10 Mentiras sobre la salud mental que son más falsas que una moneda de cuero
10 Mentiras sobre la salud mental que son más falsas que una moneda de cuero
Todos hemos tenido días buenos y otros malos, momentos en los que la ansiedad o la depresión nos impiden seguir adelante con nuestras metas diarias. La mayoría de las veces, estos sentimientos son pasajeros, pero hay ocasiones en que se vuelven permanentes, tanto que tienden a convertirse en un problema serio de salud mental. Aunque estos padecimientos no son nuevos, se han malentendido, y a lo largo de los años se han creado diversos mitos alrededor de ellos, los cuales pueden llevar a conclusiones equivocadas.
1. La depresión y otros problemas de salud mental son contagiosos
Todos hemos conocido a alguien que alguna vez tuvo un resfriado o contrajo un virus contagioso. Cuando nos enteramos de que una persona está enferma, incluso tratamos de alejarnos de ella por un tiempo para no contagiarnos.
Pero no pasa lo mismo con la depresión. Aunque estudios han demostrado que los síntomas pueden contagiarse fácilmente (pensamientos pesimistas, irritabilidad, ansiedad, cambios de humor, entre otros), no se deben de confundir con una transmisión de la enfermedad. En lugar de alejarnos de una persona que está pasando por un problema mental, debemos ayudarla a buscar ayuda y, en la medida de lo posible, acompañarla en su tratamiento.
2. Las personas con depresión o ansiedad pueden salir de esa situación si se lo proponen
Algunos creen que las personas que tienen un problema mental están en esa situación porque son perezosas o débiles, o porque no se atreven a cambiar eso que las está afectando.
Sin embargo, se ha demostrado que en los problemas de salud mental intervienen factores que van más allá de la simple voluntad. Hay aspectos biológicos, genéticos, de salud, lesiones, química mental, experiencias de vida y hasta la historia familiar. Todos estos influyen en el bienestar psicológico. Es por eso por lo que a unos les afectan más que a otros. Afortunadamente, con el tratamiento adecuado, cualquier persona puede recuperarse en su totalidad.
3. Tus problemas desaparecerán una vez que comiences a ir a terapia
Aunque la terapia es una de las mejores ayudas contra estos problemas, su duración varía de persona a persona. Cada tratamiento es diferente y debe estar diseñado específicamente para cada uno. Mientras algunos asuntos muy específicos pueden resolverse en una o dos sesiones, hay otros que pueden tomar meses e incluso años.
Expertos señalan que no hay un lapso específico y que la duración de la terapia depende del deseo de la persona de detenerla cuando sus metas se han cumplido.
4. Las redes sociales son malas para la salud mental
Aunque el uso de la tecnología puede tener un impacto positivo en muchas áreas, algunas investigaciones han indicado que esto, y especialmente la adicción a conectarse a Internet, puede estar relacionado con el desarrollo de problemas de salud mental, como la ansiedad y la depresión en algunas personas.
En contraste, otros estudios no han encontrado un vínculo directo entre la depresión y el uso de las redes sociales. Sin embargo, cuando nuestro tiempo en Internet supera las interacciones cara a cara o provoca que durmamos menos, se pueden incrementar desórdenes como la ansiedad y la depresión. En otras palabras, las redes no tienen efectos en la salud mental, a menos que sean un problema de adicción que afecte a otras áreas.
5. Las personas que padecen un trastorno de salud mental son violentas y agresivas
La violencia en la sociedad es un fenómeno que se da en varias esferas, cuyas raíces son complejas. Aunque muchas personas la relacionan con los trastornos de salud mental, lo cierto es que las patologías mentales solo están relacionadas en un 5 % con la violencia que sufrimos, según estimaciones.
De hecho, las personas con problemas mentales ejercen más violencia contra ellas mismas que contra los demás. Sin embargo, la sociedad alimenta el estigma y los estereotipos que relacionan este tipo de comportamiento con la salud mental, lo que se vuelve un problema que genera discriminación y segregación.
6. Las personas con problemas de salud mental no pueden vivir en sociedad
Según algunas estadísticas de países como Reino Unido, 9 de cada 10 personas que han pasado por algún problema de salud mental han sufrido discriminación, lo que ha tenido un efecto negativo en sus vidas.
La gran mayoría de la sociedad tiene visiones estereotipadas de los problemas mentales. Se cree que quienes los padecen son personas violentas, criminales, o que son incapaces de vivir vidas normales. Estas ideas se convierten en discriminación, y pueden darse en cualquier nivel, ya sea en la escuela, el hogar o en el trabajo.
7. Las personas con problemas de salud mental no pueden trabajar
Millones de personas viven con problemas de salud mental, pero tienen vidas felices y exitosas. Aunque nada obliga a alguien con este tipo de problema a hacerlo público, muchas veces, cuando los compañeros de trabajo se enteran, las relaciones laborales pueden verse afectadas, hasta el grado de perder el empleo.
Ninguna persona puede ser discriminada por cuestiones de salud mental. Sin embargo, nos sorprenderíamos de saber cuántos a nuestro lado tienen algún tipo de problema y son de los sujetos más funcionales del mundo.
8. Los niños y adolescentes no tienen trastornos de salud mental
Regularmente se cree que los problemas de salud mental como la depresión y la ansiedad solo se presentan en personas adultas, ya que se acostumbra a relacionarlos con contratiempos económicos o de relaciones interpersonales.
Sin embargo, estadísticas de países como Estados Unidos muestran que 1 de cada 6 niños entre los 2 y los 8 años tiene algún problema mental, de conducta o del desarrollo intelectual. Estos números demuestran que las enfermedades mentales son más comunes de lo que uno cree. Sin embargo, estas se pueden alivianar con el diagnóstico y el tratamiento adecuados.
9. Los problemas de salud mental disminuyen la capacidad intelectual de las personas
Los problemas de salud mental se definen como aquellos que tienen que ver con el bienestar emocional, psicológico y social de una persona, y son independientes de la capacidad intelectual de alguien.
Que un sujeto tenga problemas de depresión o ansiedad (los padecimientos de salud mental más comunes) no significa que tenga impedimentos para realizar alguna actividad, por muy compleja que sea. Tener esto claro ayudará a evitar la discriminación y la segregación, dos cuestiones que afectan mucho a la sociedad.
10. Los problemas de salud mental no me afectan por que “soy una persona sana”
Según las últimas estadísticas mundiales, 1 de cada 4 personas tendrá un problema de salud mental a lo largo de su vida. Aunque es común pensar que estos padecimientos afectan a los demás y no a uno, la realidad es que son problemas de salud pública que se agravan porque no se les da la importancia adecuada.
Se estima que entre el 35 % y el 50 % de las personas con problemas de salud mental no reciben ningún tratamiento o, si lo reciben, este resulta ser inadecuado. La realidad es que los padecimientos de salud mental tienen más incidencia que el cáncer y los problemas cardiovasculares. Lo recomendable es visitar a un psicólogo o médico especialista cuando se sospeche que nosotros o alguien cercano tiene algún padecimiento de este tipo.