Cuando salimos a un restaurante, por lo general estamos de buen humor, pues queremos pasar un momento agradable con amigos o familiares. Pero los camareros saben perfectamente sobre nuestra buena predisposición, por lo que aplican algunos trucos inocentes para alentarnos no solo a consumir más, sino también a que les dejemos buenas propinas.

En Genial.guru somos muy curiosos y averiguamos cuáles son las artimañas que utilizan los meseros para lograr que hagamos una orden generosa y, por lo tanto, los recompensemos con creces.

1. Colocar dos popotes en vez de uno

Cuando ordenas una bebida y esta viene con dos popotes en vez de uno, no se trata de una equivocación de la persona que la preparó o un detalle que la hace lucir más bonita. Todo fue estratégicamente pensado. ¿Por qué? Porque, en el caso de refrescos frozen, los clientes beben más rápido con dos popotes. Debido a eso, probablemente ordenen otra bebida.

2. Repetir la orden al cliente

¿Te ha pasado que, luego de hacer el pedido, el camarero repite rápidamente toda la orden? Seguro que sí. Lo que tienes que saber es que este truco se utiliza para que los comensales aumenten la confianza en el camarero y crean en su capacidad de atenderlos correctamente. Si los clientes se forman un concepto favorable del mesero, probablemente le dejen mejores propinas.

3. Quitar una porción de pastel

Al ver un pastel entero en el mostrador de un restaurante, tal vez nos hagamos la idea de que, si nadie lo ha pedido aún, es porque no es tan apetitoso. En cambio, si ya tiene una porción menos, no solo dará la impresión de que los comensales lo eligen, también podremos ver su interior y tentarnos con él.

4. Hablar con los niños de la mesa

Los niños son la debilidad de los padres, así que ¿qué mejor manera de ganarse la confianza de los adultos que entablando una conversación con los más pequeños? Y es que los camareros que les toman la orden a los niños como si fueran personas grandes y les ofrecen los platillos más deliciosos del menú tienen más posibilidades de llevarse buenas propinas.

5. Ofrecer el menú abierto en la sección de los productos más caros

En algunos restaurantes, los camareros se acercan a la mesa con el menú abierto. Pero la página que eligen no es producto del azar; por el contrario, suelen seleccionar la parte en la que se muestran los platillos más caros de la casa de comidas. De esta forma, será más fácil tentar a los clientes para que ordenen las delicias más costosas.

6. Hacer que todo el restaurante vea los platos más sofisticados

Otro de los trucos que más les funcionan a los restaurantes y a los camareros para aumentar sus ventas consiste en preparar los platillos más caros y sofisticados de la carta, colocarlos en una bandeja y “pasearlos” por el local, asegurándose de que todos los vean. Esta práctica probablemente ayude a despertar el deseo de los comensales, quienes querrán pedir exactamente eso que están viendo.

7. Colocar la tarjeta de crédito visible

Cuando abonamos con tarjeta de crédito en un restaurante, lo más habitual es colocarla dentro de esa especie de cartera que traen los meseros. Sin embargo, esto puede provocar que muchos clientes olviden su tarjeta luego de pagar, porque esta no queda visible. Para evitar estos inconvenientes, los camareros la colocan en la parte superior, de forma tal que los comensales puedan guardarla ni bien la vean.

8. Llevar las bebidas a la mesa lo más rápido posible

Cuando llegan nuevos clientes al local, lo primordial es tomar rápido la orden de bebidas. Los camareros deben dejar todo lo que están haciendo, acercarse a la mesa y preguntarles qué quieren tomar. Y es que, si esto no ocurre, probablemente los comensales se fastidiarán, pues nada resulta más molesto que esperar varios minutos hasta que alguien se dé cuenta de que tiene que traerte el menú.

9. No verse demasiado glamurosos

Lucir joyas o relojes caros o demasiado ostentosos podría significar menores propinas. Por eso, es importante que los camareros se vean lo más despojados posible, con vestimenta simple y sin muchos accesorios.

10. Nunca mostrarse ocupados

Si el camarero que atiende tu mesa se muestra demasiado estresado o con mucho trabajo, te hará pensar que no podrá ofrecerte un buen servicio. En cambio, es mejor que lo veas tranquilo, relajado y que incluso te ofrezca un vaso de agua o te pregunte si todo va bien. Por eso, aunque esté atendiendo muchas mesas a la vez, el mesero te hará sentir único. De esta forma, tendrás más ganas de recompensarlo al terminar de comer.