20 Papás demostraron que la psicología inversa en verdad funciona para lograr que los niños se porten bien

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20 Papás demostraron que la psicología inversa en verdad funciona para lograr que los niños se porten bien

Lograr que los niños se porten bien y hagan caso a lo que se les dice puede convertirse en un gran desafío. Gracias a su infinita paciencia y gran experiencia, algunos papás han descubierto trucos bastante ingeniosos que pueden lograr maravillas. La psicología inversa es uno de ellos y, al parecer, cada vez más padres están dispuestos a utilizarla.

En Genial.guru, te compartimos una selección de historias de papás que no solamente lograron resultados brillantes aplicando la psicología inversa con sus hijos, sino que además causaron muchas risas.

  • Finjo que lo que hay en su plato es algo incomestible de la naturaleza (los ejotes son ramas, las papas son rocas, la ensalada es pasto, el brócoli es un árbol pequeño, las cebollas cocidas o los pimientos son gusanos) y digo: “Espera, ¿por qué está este pasto del jardín en tu plato? ¡No te comas el pasto! ¡No lo hagas! ¡Por favor, no te lo comas!” (Lo digo con un brillo en los ojos y expresiones faciales exageradas, con las manos en las mejillas a modo de pánico).
  • Todas las mañanas le digo a mi hijo de 5 años que me voy a vestir y luego vendré a ayudarlo a vestirse porque sé que es muy pequeño para hacerlo solo. 9 de cada 10 veces está vestido y listo para ir a la escuela antes de que yo regrese a la habitación. Ha funcionado todo el año escolar.
  • Nosotros hacemos algo similar. Bromeamos diciendo que, si sigue comiendo cosas verdes (vegetales), se hará demasiado grande y tendrá que ponerse la ropa de su padre.
  • Convencí a mi hijo de cuatro años de que remojar zanahorias en aderezo ranch era repugnante. No se comía las zanahorias, pero cuando mencioné que mojarlas en ranch sería superasqueroso, perdió los estribos y engulló sus zanahorias con aderezo ranch mientras se reía como un maníaco.
  • Comerá cualquier comida a la que le digamos que NO le ponga ketchup en absoluto.
  • Hacemos algo similar con el baño, especialmente a la hora de la cena, cuando queremos que se lave las manos. Como tenemos dos baños, tenemos una “carrera para ir al baño” en la que mi esposo o yo pasaremos el tiempo suficiente en el baño para “perder la carrera” y el niño dé una vuelta ganadora alrededor de la mesa. Han pasado 9 meses y todavía funciona muy bien.
  • Otro gran truco: “Aún no es hora de ir a la cama, así que no te pongas la pijama todavía. Regresaré en 5 minutos para decirte que te la pongas. ¡No lo hagas antes!”. Después de eso sigue él corriendo por las escaleras y poniéndose la pijama. Luego baja y le digo: “Está bien. Es hora de… Oh, espera. ¡QUÉ! ¡Me engañaste otra vez!”. Este niño se ha estado preparando para acostarse solo todos los días durante 2 años con este truco.
  • Cuando nuestra hija era pequeña no se comía los pedacitos de jamón que habíamos cortado. Era la cena de Pascua y había algunos de esos pequeños huevos de chocolate envueltos. Así que alguien tomó un trozo de su jamón, lo envolvió en papel de aluminio y se lo entregó. Felizmente, desenvolvió el “regalo”. Se metió el jamón a la boca y quiso otro. Le dimos de comer la mayor parte de su cena antes de que se diera cuenta de que no era chocolate.
  • No pensé que mi hija fuera a caer en la trampa con lo que hizo su papá anoche. Yo seguía llamándola a la mesa y ella continuaba corriendo por la sala riéndose hasta que su papá le dijo con voz firme que no viniera a cenar, que se quedara ahí jugando, que no viniera a la mesa. Corrió hacia la mesa y se sentó. Estaba impresionada.
  • Lo uso para que mi hija de cuatro años pruebe alimentos saludables. Hago algo de comida para mí. No hablo al respecto en absoluto. No la miro. Especialmente no menciono lo bien que sabe. Me siento y me la como. Nueve de cada diez veces, suplicará probar lo que sea que esté en mi plato. ¡Esta semana logré que probara la sopa de lentejas con cebolla! Ella engulló su propio bol.
  • Si le pidiera a mi hijo de su comida, estaría extasiado y luego se quejaría de tener hambre 10 minutos después.
  • ¡Todos los días! “Oh, amigo, ¿es ese mi sándwich de pollo? No puedo esperar a comérmelo, mira lo rico que está, es perfecto”. Y como si fuera una carrera de coches, corre hacia su comida. A la hora de ir a la cama: “Oooh, voy a dormir en tu cama, tu cama es tan cómoda”, y él me ganará antes de que tenga la oportunidad de llegar a su habitación.
  • Mi hijo de 4 años recientemente comenzó a levantarse para hacer pipí. Por lo general, es bastante bueno para ir solo, pero, por supuesto, a veces no quiere. Empezamos a pedirle que nos muestre cómo hace pipí de pie porque estamos seguros de que no sabe cómo hacerlo. ¡Dos segundos después, corre hacia el baño para mostrarnos! © imjustanoodle84 / Reddit
  • Si quiero que mi hija de tres años haga algo, todo lo que tengo que hacer es agregar algunas palabras mágicas. “¿No quieres…?”. Ella sí quiere, solamente que quiere que sea su decisión. © Turingading / Reddit
  • No es exactamente psicología inversa, pero a su hora de irse a la cama, usamos el (bostezo grande) y después “¡Estoy cansado y me voy a la cama!”. Y mi hija de 3 años siempre dice desafiante: “¡Yo TAMBIÉN estoy cansada!”. Subimos las escaleras y comenzamos la rutina para acostarla.
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