Cómo tomar buenas decisiones – 7 consejos que nadie te contará

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Cómo tomar buenas decisiones – 7 consejos que nadie te contará

En la vida estamos constantemente tomando decisiones, unas de forma inconsciente y de poca relevancia como, por ejemplo: qué productos llevar cuando estamos en el supermercado y otras tantas muy importantes como aquellas decisiones que implican gasto de dinero o tiempo. Entonces ¿Cómo tomar decisiones correctas?

En la presente guía encontraras tips para hacer más fácil la toma de buenas decisiones en aquellos momentos de sumo estrés, en los que no sabes qué hacer.

Ten en cuenta que la palabra favorita de una persona exitosa es “NO” esto quiere decir que debes ser el peor crítico a la hora de analizar las circunstancias que rodean tomar una decisión importante.

Entre los primeros pasos para tomar decisiones acertadas es analizar qué tan trascendental es, para eso utilizaremos la fórmula de Suzy Welch “10-10-10”.

La fórmula 10-10-10

Esta fórmula consiste fundamentalmente en analizar los tiempos y el impacto en que una decisión te afectara o beneficiara, teniendo en cuenta el corto, mediano y largo plazo.

Hay que preguntarse: ¿Mi decisión tendrá algún impacto en los próximos 10 minutos? ¿Y en los próximos diez meses? ¿o el impacto será capaz de durar 10 años o más?

Por impacto no solo nos referimos a cosas malas, sino que también beneficiosas. Si algo no nos beneficia lo suficiente lo mejor es no hacerlo, porque el tiempo es el recurso más importante a nuestra disposición.

Cuando te vas a decidir a dar una conferencia, por ejemplo, la decisión es sumamente difícil de tomar por el gran reto que supone para alguien que nunca ha dado una, es aquí donde debemos hacer un filtro con la fórmula 10-10-10 para analizar el impacto a través del tiempo y si dicho impacto nos representa un beneficio lo suficientemente grande como para hacerlo (En este caso en particular, el beneficio siempre va a ser mayor porque adquirirás experiencia hablando en público, algo muy importante en el desarrollo personal).

1. ¿Analiza todas las opciones y sus implicaciones?

Las decisiones que conllevan invertir tiempo o dinero son para tomarlas muy enserio. Es necesario analizar cada una de las opciones e intentar imaginar de forma objetiva qué sucedería si se escoge una u otra.

Dado la complejidad con que las cosas en el mundo se desenvuelven, es imposible predecir con exactitud que va a pasar en el futuro, pero la acción de imaginar posibles escenarios utilizando los pros y los contras, nos sirve como guía para tomar una decisión provechosa en la mayoría de los casos.

Recuerda que ninguna decisión importante se toma a la ligera, el control de las emociones es un valor determinante para las personas que buscan el éxito en sus proyectos.

2. En ocasiones es necesario toma impulso y lanzarse

Existen decisiones difíciles que sea como se mire es algo provechoso para la vida, en estos casos especiales no hay que pensar demasiado las cosas y lanzarse a la acción teniendo claro que es necesario para crecer como personas.

Los casos particulares de los que te hablo son todas aquellas que representan un enriquecimiento de la experiencia, como, por ejemplo: dar discursos ante muchas personas, hacer exposiciones, dar y hacer entrevistas, participar en una obra de teatro, etc. Como lo ven, estas decisiones son tan simples como decir “lo hago o no lo hago” pero que hacerlo representa mucho bienestar personal y el aprendizaje de nuevas habilidades.

3. Hay que reducir las opciones

Es verdad que existen decisiones tan relativamente fáciles de decidir como lo es entre “SI” o “NO”, pero también están aquellas responsabilidades en la que tomar una decisión implica escoger de entre una amplia gama de opciones. En estos casos particulares hay que reducir las opciones al mínimo posible, descartando lo menos beneficioso y solo dejando lo que representa lo más provechoso y viable para ti, el proyecto o la empresa.

No sirve de nada tener muchas opciones al mismo tiempo, siempre hay que apuntar hacia lo que representa lo mejor.

Una vez reducidas las opciones y si la decisión sigue muy complicada, lo mejor es hacer una lista con las virtudes y defectos de cada opción e intentar buscarle puntos débiles a cada una y de esta forma llegar a la más sólida.

4. Hay que evitar las presiones externas

Es completamente importante que otras personas ajenas a ti, a tu proyecto o a tu idea decidan o te presionen para que tomes una decisión, debes aceptar consejos, pero no que te ordenen. Ten en cuenta que esta clase de presiones provocan que se altere tu buen juicio y que tu forma de pensar o abordar las ideas se modifiquen a tal punto, que termines escogiendo una mala decisión.

Hay que desconfiar, de igual forma, en aquellas decisiones en la que participen muchas personas, porque en el afán de buscar un consenso se pueden tomar decisiones muy a la ligera o sin pensar muy bien las cosas.

5. Seguir el instinto siempre será una buena idea

Se podría decir que en muchas ocasiones de la vida se hace necesario dejar atrás la razón y hacerle caso a lo que se siente, al instinto. Recuerda que no está mal seguir lo que te dicta el corazón, pero no abuses de esta forma de tomar decisiones, porque sea como sea, esta es una forma de decidir que es directamente llevada por los sentimientos y no por un proceso de razonamiento que ha tenido en cuenta todas las variables.

El instinto se usa más que todo para tomar decisiones que afectan o benefician directamente la felicidad. Por otro lado, el instinto es como un musculo y se desarrolla con el tiempo. No tengas miedo de seguir tu corazón o, lo que es lo mismo, tus instintos, pero ten en cuenta que posiblemente te equivocaras mucho pero cada vez menos.

6. Pregúntate ¿Cuál es el propósito?

No gastes tu energía en decisiones cuyo propósito es vano o sin mayor impacto en tu vida. Solo las decisiones que impactan de gran medida tu vida merece que utilices todo tu potencial para intentar resolver, escoger o decidir lo mejor para ti.

Siempre pregúntate ¿Cuál es el propósito? Y si el premio es lo suficientemente grande para “estresarte” por eso tírate al ruedo. Recuerda no convertir cada decisión en algo importante porque someterás a tu cerebro a mucho estrés y llegara un momento en que dejaras de analizar bien las cosas, volviéndote una persona propensa a los errores.

7. Asume las consecuencias de tus decisiones

Tú tienes la decisión final pase lo que pase y tengas la ayuda que tengas, por lo tanto, solo tú debes hacerte responsable de lo que pase con tus decisiones y aprender de las buenas y las malas experiencias para ir puliendo tu instinto, tu razonamiento y tu forma de analizar y de abordar las diferentes circunstancias que intervienen en tu vida personal, familiar, académica y laboral.

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