Psicólogos explican por qué convertirse en abuelo representa una de las alegrías más grandes…
Psicólogos explican por qué convertirse en abuelo representa una de las alegrías más grandes de la vida
Si un hijo te modifica la vida, la llegada de un nieto te la cambia nuevamente, pero de una forma distinta. Igual de feliz y emocionante, pero sin dudas diferente, ya que la “abuelidad” o el “abuelazgo”, como también se llama a esta etapa de la vida, se convierte en un momento realmente especial para muchas personas. Pero ¿qué es lo que lo hace tan singular? ¿Por qué la llegada de un nieto puede ser una de las mayores felicidades en la vida de alguien?
Genial.guru quiso indagar un poco más al respecto para poder entender qué sucede en la cabeza y en los sentimientos de nuestros abuelos, aunque ya sepamos de antemano que ellos nos amarán incondicionalmente.
1. Los nietos “rejuvenecen” a los abuelos
La llegada de un nieto puede ser motivo de mucha ilusión para los abuelos, ya que tendrán nuevamente la presencia de un niño pequeño en sus vidas, pero sin la responsabilidad ni los cambios que significó tener a sus propios hijos. Los nietos se convierten en una fuente de afecto y alegría, sin mayores cargas ni dificultades.
El tener hijos suele hacer que las personas sienten cabeza y que finalmente maduren. En cambio, los nietos podrían hacer que sus abuelos se sientan rejuvenecidos, ya que podrán revivir y volver a hacer muchas de las cosas que hicieron cuando ellos mismos se convirtieron en padres.
2. Los abuelos se abren a nuevas experiencias a través de sus nietos
Cuando los nietos empiezan a crecer y a convertirse en pequeños seres con sus propios gustos y deseos, se convierten también en un ancla al mundo actual para sus abuelos. ¿Cuántos casos hay de abuelos que han aprendido a usar aparatos electrónicos solamente motivados por ver o escuchar a sus nietos?
Gracias a esta interacción entre dos generaciones tan distintas, los abuelos acceden a nuevas expresiones, modas y tecnologías, que tal vez sin la presencia de sus nietos, difícilmente hubiesen conocido.
3. Les genera una sensación de valor e importancia
En muchos casos, cuando se delega el cuidado de los nietos a sus abuelos, es debido a las actividades laborales de sus padres. Se demuestra de esta manera la relevancia que tienen los abuelos en las sociedades actuales, como un importante soporte para que sus hijos puedan mantener y sobrellevar una vida laboral y familiar. Para los abuelos, cuidar de sus nietos es una actividad que les puede otorgar un mayor valor en su rol familiar.
4. Cuidar a los nietos puede incrementar la esperanza de vida de los abuelos
Según un estudio, los abuelos que ayudan ocasionalmente en el cuidado de sus nietos tienen una esperanza de vida más larga que las personas mayores que no tienen esta responsabilidad. Esto se debe a que cuando una persona está cuidando de otra, se activan procesos en su sistema nervioso y hormonal que son beneficiosos para la salud física y mental del cuidador. El mantenerse activos, sentirse útiles y productivos mejora su bienestar y su felicidad general.
5. Se estrecha la relación entre padres e hijos
Cuando un padre ve a su hijo o hija convertirse también en padre o madre, ya lo puede ver como un igual, e incluso considerarlo finalmente como un adulto. Los hijos, a su vez, al verse con la responsabilidad de la crianza de un niño, cambian también su perspectiva de la vida y en muchos casos pueden entender mejor a sus padres, lo que mejora significativamente la relación entre padres (que ahora son abuelos) e hijos (que a su vez, ahora son padres).
6. El rol de abuelos les da energía y los hace más activos
Cuidar a un niño requiere de mucha paciencia, tiempo y energía. Por eso, los abuelos suelen sentirse más fuertes y enérgicos cuando están con sus nietos, porque es justamente lo que necesitan para cuidarlos y jugar con ellos. Ayudarlos con las tareas, prepararles alguna comida, llevarlos al parque o de paseo, y en general verlos o compartir el juego con los nietos incrementa en los abuelos su actividad física, mental e incluso emocional, de forma muy positiva.
7. La relación con los nietos los aleja de la depresión
El hecho de sentirse útiles, necesitados y apreciados aleja a nuestros abuelos de sentirse tristes, solos o deprimidos. Según un estudio, esta influencia positiva para el estado anímico incluso llega a ser mutua en las relaciones fortalecidas entre abuelos y nietos ya adultos. Es decir que mientras más cercanos sean abuelos y nietos, menos síntomas de depresión presentarán ambas generaciones. Los nietos también pueden ser una gran fuente de alegría en momentos difíciles para sus abuelos, como la viudez o para recuperarse de una enfermedad.
8. Amar y sentirse amados de una forma única
La relación entre abuelos y nietos es realmente especial. Una mezcla de complicidad, amor y pertenencia que es diferente de la relación que estas dos personas tienen con sus hijos y sus padres, respectivamente. Este vínculo afectivo influye significativamente en los nietos, tanto en lo psicológico como en lo académico y lo social.
Los abuelos pueden ser el principal nexo de los niños con sus orígenes, con su raíz, y pueden ayudarlos a tener un sentido de pertenencia e identidad. A su vez, esta relación hace que los abuelos se eternicen en el corazón y en la memoria de sus nietos.