El narcisismo encubierto pasivo-agresivo es una patología mental que se caracteriza por la presencia de sentimientos de grandeza personal y superioridad sobre otras personas. Sin embargo, el aspecto fundamental que debe tenerse en cuenta reside en que estos rasgos se encuentran ocultos. Por esta razón, resulta difícil percibir cómo es realmente una persona con este diagnóstico clínico.

Otra de las particularidades que posee esta clase de narcisismo es la ambivalencia entre la pasividad y la agresividad en el trato con otros seres humanos. Dicho de otro modo, los sentimientos de hostilidad son expresados de forma indirecta y/o encubierta mediante señales discretas. Esto representa una diferencia con el trastorno de la personalidad narcisista clásico, el cual expresa sus emociones, pensamientos y conductas sin ningún tipo de condicionamiento.

A continuación te explicamos algunos rasgos comunes que pueden ayudarte a detectar el narcisismo encubierto pasivo-agresivo:

• Necesidad de validación permanente: las personas con narcisismo encubierto pasivo-agresivo requieren de una aprobación constante de sus actos. Para lograrlo, pueden apelar a tácticas específicas y sutiles con el fin de obtener el reconocimiento que buscan.
• Falta de empatía: este tipo de personalidades pueden centrarse plenamente en sus inseguridades y malestares, sin tener ningún tipo de preocupación por los demás. A su vez, la falta de empatía puede confundirse con una actitud comprensiva que se desprende de los diálogos que emergen con las personas narcisitas encubiertas. Dicho de otro, pueden parecer preocupados por factores externos, pero se trata de una escena que recrean para obtener algo.
• Manipulación: los narcisistas encubiertos intentan dominar las situaciones que atraviesan mediante diferentes tácticas, como entablar un trato amable con las personas que los rodean y sacar un rédito favorable. La manipulación puede estar acompañado de comentarios y palabras que parecen alentadoras, pero que esconden un profundo resentimiento.
• Falta de implicación: en líneas generales, se trata de personalidades que no reconocen sus errores y evitar hacerse cargo de la responsabilidad que les compete. Uno de los mecanismos más frecuentes que pueden adoptar consiste en responsabilizar a otras personas de alguna acción perjudicial.
• Cambios de personalidad: es posible que muestren alegría y simpatía por una situación que les genere interés, pero también pueden modificar sus expresiones con cada persona. Asimismo, pueden llevar a cabo una actitud dominante sin la necesidad de imponer normativas o restricciones hacia otros.